Comprar facturas es una actividad ilícita que implica adquirir comprobantes fiscales falsos o simulados para evadir impuestos y obtener beneficios indebidos. Esta práctica fraudulenta involucra a dos partes: el "vendedor" que emite las facturas falsas y el "comprador" que las adquiere para deducir gastos inexistentes o simular ingresos no recibidos. Sin embargo, las consecuencias legales y financieras de esta actividad son graves y pueden incluir sanciones penales, multas y recargos fiscales, además de pérdida de derechos fiscales y daño a la reputación.